lunes, 20 de diciembre de 2010

3a reseña: Territorio Comanche

Ficha técnica
Titulo:
Territorio Comanche
Autor:
 Pérez-Reverte, Arturo      
Editorial:
Alfaguara
Lugar de edición:
Madrid


Pérez Reverte, periodista y novelista natural de Murcia, tras pasar 21 años como corresponsal de guerra en diferentes lugares, como en Chipre, Nicaragua, Sahara, trabajando para TVE y presentando diversos programas, decide abandonar su carrera como comunicador para centrarse en escribir.

A causa de esta dedicación a la literatura nace Territorio Comanche, escrito en 1994. El libro, dedicado a su compañero José Luis Márquez, explica un momento en el conflicto de las guerras Yugoslavas donde se encuentran los dos reporteros. Es una obra de ficción.

Pese a que la trama sea mínima, los dos personajes protagonistas van recordando a lo largo de todo el libro momentos vividos en situaciones similares y en conflictos varios de los que afortunadamente o no, han sido testigos.

 Lo que impresiona más de toda la novela son las anécdotas que se van explicando, vividas por un reportero de guerra. Personalmente, creo que este libro ayuda a comprender un poco más este oficio y a desengañar a futuros periodistas que deciden que quieren dedicarse a eso simplemente con mirar un informativo y ver al periodista de turno informar sobre el conflicto que esta “de moda” en ese mismo momento.

 Con desengañar me refiero al hecho de hacer ver que hay mucho más, más allá de ponerse delante de una cámara y explicar en un minuto y medio, como se dice en la novela, qué está pasando.

Para diferenciarte de los “domingueros” como se les nombra a las personas que, en parte sólo hacen eso en el libro, tienes que involucrarte en ese conflicto, es decir, tienes que ver cosas horribles: personas inocentes muertas tiradas por el suelo, estar a punto de morir en diferentes ocasiones y hacer de tripas corazón para grabar algo y no ayudar. De aquí nacería pues, el debate de qué hacer en ciertos momentos y hasta donde llega la profesionalidad en frente de la moral o la ética.

A parte del contenido del libro, me ha gustado también por el lenguaje utilizado. Una manera muy banal de narrar una historia que hace más amena la lectura, pese que a veces peque de vulgar.

Así pues, recomiendo la lectura tanto a todo aquel que alguna vez ha pensado en dedicarse a corresponsal de guerra como al que no lo había pensado nunca ya que puede despertar diferentes impresiones. Para el que lo había pensado, creo que ayuda a abrir los ojos y finalmente decidirte por coger ese camino o no. En cambio, para el que no lo había pensado nunca, como en mi caso, crea dudas, pues en un principio piensas que tu no vales para vivir eso, que necesitas ser más fuerte, pero luego recapacitas que se te pasa por la cabeza la frase popular que dice: “lo que no te mata, te hace más fuerte”, y piensas: ¿Y por qué no ser un Pérez-Reverte y meterte en Territorio Comanche?